viernes, 17 de junio de 2011

Viaje sentimental

Si la memoria es la inteligencia de los tontos, me declaro retrasada, muy retrasada. Porque resulta que me acuerdo. Me acuerdo.
Yo compro billetes de ida, porque estoy loca, ida, loca, pero Laura compró billete de ida y vuelta, porque está de vuelta de todo menos de alguien, está devuelta.
Lo dejamos todo a medias, inventamos géneros literarios nuevos, no fregamos absolutamente ningún vaso, el delirium tremens como forma de arte, Herman Dune por la mañana, dormir es innecesario, tanto como los hombres, la eterna ginkana de la cama al sofá, el eterno gintonic de la cama al sofá. Maite llegó e intentó poner cordura. Resultado: ella también se volvió loca. MJ y ella dejaron un día de ir a trabajar, nos dedicamos a bebernos Europa entera, la única taza que no utilizamos fue la del water y tampoco estoy del todo segura. Estoy del todo insegura con mujeres como ellas, que exacerban cada emoción posible en mí.
Yo y mi miedo a que me desordenen los cd's. Yo y mi reticencia a la verticalidad, porque las mejores cosas las haga tumbada, sentada o en posición tántrica de grulla expectante. Yo y mi frigorífico vacío. Yo y mi necesidad de detener el tiempo, a veces. Romy Schneider, Romy Schneider, Romy Schneider. Los ciervos de Pamplona, repentinamente sin cuernos, esta frase daría para muchas parodias y estoy con catarro. Lo importante es amar, aunque no entiendas de qué coño va la película. Hablar con la yaya de Laura y hablarle de Sodoma y Gomorra. Alimentar a mil y un aves diferentes, darles el único pan que teníamos, me causó problemas mi vocación de San Francisco de Asís, le estropeé un coito a un pavo real, siempre he estado enamorada de los cisnes y de los gorriones. Maite y su pelito cortado de la nuca. Tomarnos un té a las 6 de la mañana, como si nada, hola qué tal, encantada. Las bicis, ver a Laura en bici detrás de mí, no le dije nada, pero en un momento dado temí por la vida de un señor bajito al que casi atropella, estoy de acuerdo en que un hombre merece un atropello sistemático. Nosotras nos atropellamos con palabras constantemente, ¿me dejarías pintarte un bigote? El mapa de Alaska. Los vinos que nos tomamos en los bares, en las calles donde hay borrokas en vez de modernos, tu pañuelo fuera de lugar, dentro de la Historia. No eres machista, eres misógina. No eres poeta, poh estah tampoko. Las resacas sin beber, la resaca de la falta de sueño, la resaca del exceso de amor, las tres mujeres más hermosas en mi salón, bailando Stereo Total, con una falta de coherencia coreográfica capaz de enamorar a un canguro. ¿Si vas a currar de canguro a Australia es redundancia o fatalidad? Y qué decir de la excursión, oh, cielos, todas mis naúseas, pero sentir mi pie en la mano de Maite y querer vomitar sólo amor, alguna clase de eternidad, tres horas para consensuar un menú, dos para comerlo y sólo 5 minutos para indigestarme, las piernas que no caben en ninguna parte, el miedo a los choques frontales más allá de la metáfora, 4 excursionistas derrotadas en busca de la arcada perdida, la cala más hermosa del mundo, un paisaje sólo estropeado por bañistas excesivamente peludos, el bote de detergente, Marijose como la sirena más incongruentemente bella, qué bien nada, que nada más llena.
Escribir, beber, vivir y contarlo.
Me dejo muchas cosas.
Como siempre.
Pero me acuerdo.

Diálogo de medianoche:

N: ¿Y esta cicatriz tan mona que tienes en la cara?
L: Me la hizo la enfermera al nacer. Fue la primera mujer en hacerme daño.

Si esto no es el principio de algo y si el amor no es el único sinsentido que tiene sentido, que venga Fassbinder y me lo diga.

5 comentarios:

  1. Alguien de incógnito pero que se le ve el plumero18 de junio de 2011, 7:53

    Probablemente es lo más bonito que has escrito con un teclado en un tiempo considerable. O quizás es que lo más bonito que leo con ojos bonitos, a pesar de tener unas ojeras más grandes que los Pirineos están muy sensibles después de la semana grande del Amor. En tus palabras hay mucho amor, por eso se llevan tan bien las unas con las otras, encajan y le dan sentido al sinsentido de las ideas y barra o los recuerdos, que siemore se acaban mezclando. Nos pasamos los tres o cuatro (o cinco o seis, quién sabe) días hablando del amor, escribiendo, viendo una película que no se acababa, la de Romy, la nuestra, de golpe aparece Klaus Kinski, habla de Ninfócula, la película de la tortillera y los enanos, de nuevo a escribir ensayos, biografías, poemas, versos, paraguas, minicuentos... Nos bebíamos lo que se nos pusiera delante (creo que la taza del váter también, cuando ya no quedaban tazas de té porque estaban llenas de cubatas de ron o de leche con vodka, té negro, verde, azul o lo que fuese) y lo que se nos ponía por detrás. Maite y tú me dabáis un codazo cuando me ponía triste y me regalabais consejos que en Barcelona cuestan sesenta euros la hora en terapia, pero vosotras que sois Amor me los dabais sin pedir nada a cambio (a sabiendas de que soy pobre y poco tenía que ofrecer a parte de abrazos, chistes arrítmicos y un sonar - que no Sonar- de mocos de abuelo de ochenta años). Y me salvasteis la vida, como el turista albino salvó a la chica checa de un suicidio lírico cuando la echaron del trabajo y pensó en los versos de Anne Sexton. Anne Sexton, Félix Casanovas, Pablo Fidalgo Lareo, infinidad de libros, infinidad de rosas, infinidad de cuentos que nos llenan de todo lo que la vida nos arrancará en cuanto salgamos de casa para ir a trabajar dejando atrás los vasos sucios y los recuerdos de unas vacaciones o bacaciones. Yo llegué de vuelta de todo excepto de alguien pero me fui de vuelta a mi ciudad la sensación de que empezaba a llenarme de cosas que me harían falta para enfrentarme a la vida rizomática y posmoderna de la Catalunya nord. De vuelta de todo llegué a la mismísima nada, pero con una sonrisa y con las ganas de Amar de un pavo real en celo, o en recelo, no sé.

    Te dejo aquí una canción preciosa que no habla de nosotras y habla de nosotras, en todo caso de lo que ciertamente habla es de los momentos oscuros y los luminosos, y yo me acuerdo de la luz inmensa que se cernía sobre nosotras en el parque con los ciervos, las aves, las jovencitas navarras haciendo footing. Esos días todo parecía posible, en la hierba, en los pueblos, en las playas, el monte, las lianas, la poza. Cuando pienso en nuestra cierta inocencia, nuestras ganas de vivir y de querer y de darlo todo sin esperar nada, cuando pienso en ciertos ideales que parecían estar obsoletos a estas alturas de la película, por unos momentos siento que hay algo más grande que Dios que nos iluminará cuando se nos haga completamente de noche (desde luego no es el Dios de las bolleras). Mientras tanto, mientras no encontramos esa señal tan clara, nos podremos tener, espero, deseo, tenernos para recordarnos lo que nunca hemos de olvidar: que lo importante es amar, aunque no sepamos de qué coño va.

    La canción en cuestión:

    http://www.youtube.com/watch?v=dSONOy7y7Fc

    Y antes de acabar. Gracias, gracias otra vez, una y otra y aquella, hoy, ayer, mañana, gracias desde la era por estar ahí en tiempos de oscuridad checoslovaca. Eres mi pilar de la Tierra (ya sabes qué tierra, Antoniah) pero en versión novela decimonónica, de las protagonizadas por mujeres maravillosas como Anna Arkádievna que se tiran a vías de trenes porque viven demasiado intensamente y su salud mental es frágil como una gacela, un ciervo o un cisne. Te quiero.

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  2. Elimino el "que" de la segunda frase, con lo que quedaría un "O quizás es lo más bonito que leo con ojos bonitos".
    Antoniah, tengo la mala costumvre de correhirme cuando ya e puvlicao.
    Si fuerah periodista ze zupone que ehtaria en periodo? y a que bieneh to ezo que e dixo de la lúz? la burrah ehtá de parto o de parte de quiéhn?

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  3. Antoniah otra vé pèro ehta vé de incóngito18 de junio de 2011, 8:26

    Me e releío mi testo y ay muixa farta dortografía, héh porque ase diahs que no boy al cursillo Antonia, tanta bacasione no e bueno pa lajtritura. Ay que sobahr má el lomo y trabajá ma´hs la tierra que la sebolla se nohs van a pudrí ahora que sa'h buelto a nuvlá.

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  4. María Tsvetáieva19 de junio de 2011, 9:51

    ¡Insomnio, amigo mío!
    Otra vez tu mano.
    Mientras alzo mi copa
    te encuentro en la callada,
    en la sonora noche.

    ¡Déjame que te embruje!
    ¡Prueba!
    No trates de ascender
    sino de ir hacia adentro...
    Ya te llevo...
    Susurra con los labios:
    ¡Paloma! ¡Amigo!
    Prueba.
    Déjame que te embruje.
    Bebe
    de todas las pasiones,
    huye
    de toda noticia.
    Calma.
    Concede,
    amiga...
    Abre los labios.
    Abre los labios al placer
    y, al borde de la tallada copa,
    bebe.
    Absorbe.
    Traga
    hasta el no-ser.
    ¡Amigo! ¡No te enfades!
    ¡Déjame que te embruje!
    ¡Bebe!
    De todas las pasiones
    la más apasionada,
    y de todas las muertes
    la más dulce... mis manos.

    ¡Déjame que te embruje! ¡Bebe!
    Desaparece el mundo. Ningún lugar:
    orillas inundadas... Bebe mi golondrina
    perlas fundidas.
    Y tú bebes el mar,
    bebes el alba.
    ¿Con qué amante es la juerga?
    ¿Con el mío?
    Bebe, pequeño,
    que ya compararemos.

    Y si preguntan, ¡responderé!
    El porqué de las mejillas lívidas.
    Con Insomnio me fui de juerga, sí.
    Con Insomnio me fui de juerga.

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  5. Nena, eres brillante y por este viaje sentimental yo te haría ahora mismo una especie de homenaje, unas esculturas revolucionarias hechas a base de silicona y jengibre y unos coños bordados en tambores sobre telas de seda blanca.

    Y sabes, también yo me declaro retrasada, porque me acuerdo. me acuerdo mucho. Esa frase me la dijo un cura cuando estaba en el cole y te contaré por qué.
    Deberíamos escribir un je me souviens a lo Georges Perec.

    Feliz comienzo de semana mañana ma cheriè,
    domani iniziamo la conquista del mondo!

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