martes, 26 de octubre de 2010

microcápsulas de amor

Empezamos el día bailando 'Touche pas' en la librería. Son las 9 y estoy enamorada.

Pienso en el poema de Max Blecher. "Ojalá tuviera objetos con vida en el corazón".

Escribir es siempre hacer una declaración. Me paso la vida declarándome. Es el primer invierno que no tengo los pies fríos. Me gusta mirar mis botas.

Ayer vi con Julieta (mi gata, por si alguien todavía no lo sabe) la serie sobre Felipe y Leticia y las dos permanecimos embobadas sin explicación alguna. Había discutido con mi madre y me ardían las mejillas. Discutir con tu madre es volver a la infancia por la puerta de atrás. Retratar a los Borbones con un ligero retraso mental y creer en el amor como única monarquía. El amor es absolutista y puedo vernos a todas arrodilladas, sin pedir clemencia.

Raquel, voy a escribirte un mail. Mi amor viaja a Lisboa todos los días. Llegó el último libro de Lobo Antunes y yo recordé tu risa. Estás tan guapa en la foto del periódico. Recuerdo el verano en Atenas y sentir todo ese calor, las ganas de sentarme en la Acrópolis contigo y recordar los logros de la civilización y la incapacidad de convivir con los turistas. Qué mal viajo. Cómo te echo de menos.

Llevo las uñas mal pintadas. Pienso en Julia pintándome las uñas en una terraza de Barcelona. Hablo con ella todos los días y nada se agota. Enciende luces pequeñas dentro de mí. Creo que Julia va a hacer la revolución. Algo va a cambiar gracias a lo que ella hace.Es asombrosa. Voy a llenar la casa de chocolate blanco para ti.

Kafka fue feliz. Laura me ha escrito. Vamos a publicar un libro, vamos a dejar que pase el tiempo. Soy impaciente, esperaré sin cesar.

Últimamente dormiría con la luz encendida. La casa encendida y el invierno espera. Sigo teniendo un pensamiento terrible de vez en cuando, sigo mirando de frente a los fantasmas. Ya no lloro en el cuarto de baño. Ya no me pego puñetazos, ya no me quedo sin respiración. Tengo que volver a encender mi bola del mundo, hacerla girar, creer en el futuro. Sueño con guantes de piel.

Zaida y todos los abrazos que guardo. Podríamos volver a Paris juntas. Me apetece comprarte una bufanda y escupir contigo desde Pont Neuf. Llevarnos tu libro de Colette. Tienes las manos tan pequeñas. Te quiero tanto.

Y tú, cuéntame esos planes que dicen que me van a hacer feliz.
Tienes la llave de mi casa.


sábado, 23 de octubre de 2010

take me as i am

Ayer sufrí un síndrome de Stendhal de manual viendo al Béjart Ballet Lausanne. Decir que estuve dos horas hipnotizada frente a tanta belleza sería hacer literatura barata. Creo que me ruboricé y creo que tenía las pulsaciones de alguien que se acaba de enamorar. Yo, que soy de distracción fácil y que mi cabeza puede estar volando mientras parezco concentrada y entregada, estuve sumisa y fiel, sufrí un desmayo que la inteligencia no alcanza a explicar y que viene del arte con mayúsculas, cuando no hace falta una cognición, ni tres carreras, ni saber que supone Maurice Bèjart para la danza, ni entender el rechazo visceral que me provoca la visión de unos pendientes de perlas en varias mujeres de filas delanteras. El pendiente de perlas me parece el símbolo de la vulgaridad por excelencia.  Y ya he cambiado de tema.
Anoche, en la cama, veía cuerpos bailando, algo de todo lo que vi se quedó dentro y daba vueltas.

Hoy es el cumpleaños de mi enemiga íntima. El sueño de una noche de verano. Siempre tiene frío, se rie muy alto, los ojos se le hacen una línea, es como un huracán y a veces me lleva por delante, pero su corazón me ve, estoy segura de eso, reconozco sus pasos. Pienso ver todas las pelis de Steve McQueen contigo. Nos vamos a sacar de quicio, me dejarás afónica y agotada, tenemos alta compatibilidad en incompatibilidades, pero tú y yo somos como aquella definición que dio Paul Valèry "Amor: error communis," y cuando te he dejado esta mañana en mi cama con mi camiseta amarilla  mi corazón se ha abierto como una flor, otra vez, otra vez cursi, otra vez otoño, en la bici escuchaba 'Take me as I am' de Au revoir Simone y he pensado en nosotras, en mí aquella noche, en la sucesión de movimientos que deshace el azar para que yo te quiera ahora de esta manera definitiva.

Ayer en la librería un chico me pidió sin que le temblara la voz 'El hombre multiorgásmico'. Mientras se lo buscaba, sentía una rabia absurda subiendo por mi cuerpo. Hace falta tener morro para escribir 'El hombre multiorgásmico' y para leerlo. Sé que no sé explicar mis teorías y que ahora alguien dirá que está bien que el hombre se curre la sexualidad, pero veo el mundo como un gigantesco gimnasio y el amor como una clase de pilates, todos quieren correrse más y mejor, infelices y guapísimos, ellos y ellas, la erección romántica y existencialista no se lleva.
Y para rematar la mañana, hace exactamente 2 minutos, una voz anónima al otro lado del teléfono pide, y juro que todos los testimonios son reales, 'La sexualidad según Juan Pablo II' y mi carcajada ha sonado, sí, resplandeciente, porque si ese título no es un chiste sublime, que venga Dios (que tal vez haya escrito 'El bollerismo en el cielo, según Dios: mitos, leyendas y Gloria Fuertes') y lo diga.

Alea jacta est. 

jueves, 21 de octubre de 2010

la red asocial

No tengo facebook, no sé si es un drama. Y no es por snobismo, por no estar dentro de un grupo de 500 millones de personas (el 45% bolleras catalanas, según las últimas estadísticas). Simplemente, me parece el instrumento de comunicación menos sincero del mundo y me parece la justificación perfecta para ejercer de espía sentimental y de coleccionista de estados de ánimo falsos en la mayoría de los casos.  Y me parece el mayor generador de dolor innecesario del mundo: me paso la vida viendo a mis amigas sufrir por que fulana va a ir a nosequéevento (¿qué coño es eso de llamar 'evento' a las cosas?), que su ex habla con menganita y le pone chuminadas en el muro, que X está activa en facebook y pasiva en la cama, que las fotos del último finde de electro-barbacoa son insultantemente felices y que el coño de la Bernarda y la madre que nos parió. Y parece que la decisión más trascendente de un ser humano en los últimos tiempos es cambiar el estatus sentimental de facebook. Facebook es una gigantesca guardería o instituto, que es peor.
Ayer vi 'La red social'. Me pareció un peliculón y, por cierto, si esa peli no gana el Oscar al Mejor Montaje 2010, juro que me hago un perfil en penitencia (de hecho, algunas ya sabéis de mi intención nunca concretada de dar vida a Angelines Jolín, una versión apócrifa de mí y de todas nosotras) y me confirma que nunca querré pertenecer a una red social creada por un sociópata. La secuencia inicial y la final, me parecen de una brillantez acojonante y de escalofrío y perfectamente ilustradoras de este gran mamoneo mentiroso y lleno de fracasos y cobardías en el que hemos convertido las relaciones.
Dicho esto, fui feliz con Silvia R. en un cine vacío en el día del espectador (me pregunto cuántos telediarios le quedan a los cines y si  nuestros nietos verán en su Mp45 'Con faldas a lo loco' en 3D: "El chichi de Marilyn Monroe a tu alcance", ya estoy viendo la promoción) y soy feliz a su lado, y me encanta ver su gorra aparecer (y luego desaparecer, porque se las olvida en todas partes).
Y ya que hablamos de Marilyn voy a copiaros un poema suyo. He amado siempre a Marilyn y ahora más, ahora que podemos leer lo que escribió y es brillante, oscuro y sabio.

"Creo en mis sentimientos más
delicados intangibles
al final todo es
intangible
mi más precioso líquido nunca debe
derramarse no derrames tu precioso
líquido la fuerza vital
son todos mis sentimientos
sean los que sean.

Mi sentimiento no se hincha en palabras".

Yo también creo en mis sentimientos, Marilyn.
Y no me hace falta facebook para eso.


martes, 19 de octubre de 2010

héroes y un cactus con nombre propio

Parece que Sufjan Stevens ha sacado nuevo disco. Últimamente no me entero de nada. Creo que es un fenómeno extendido. Me quedé fascinada el domingo por la noche cuando haciendo zapping, Maite se quedó mirando una imagen de los putos 33 mineros y dijo: "¿Cuándo los sacan?".
Me parece necesaria una capacidad de abstracción suficiente para no saber qué pasa ahí fuera, a veces.
Y siguiendo con los mineros, me repele esta masturbatoria oda a la supervivencia, a la infinita capacidad humana para la resistencia, a los héroes de andar por casa. Recuerdo que cuando estaban atrapados leí un artículo en el que hacían un retrato de quiénes eran. Uno de ellos estaba todo el día borracho, su mujer estaba desesperada, supongo que maltratada, y rezando porque al salir se reformara. Ahora es un héroe, qué gran reforma.
Cómo nos gustan estas historias, cómo nos gusta que 33 mineros machistas y analfabetos sean como Hércules y cómo nos pone creer que Belen Esteban representa a la mujer de a pie, a la princesa del pueblo, y La Roja es la imagen colectiva del triunfo y Vicente del Bosque tiene un hijo con síndrome de Down, fíjate, y en el telediario hoy hablan de mí.
Lo que más me gusta de los mineros, es que se pegan el día todos con gafas de sol, como salidos de un after.
Ahora decidme que no tengo corazón, que soy insensible. Cómo nos toman el pelo, cómo entre los medios de comunicación y el odio al vecino que fuma en el ascensor, no tenemos esperanza ni existe un 'nosotros'.
Yo, desde luego, creo en el uno. Y en todo caso en el uno más uno.

Y en la librería, ya va la tercera señora de mismo perfil tipo "Leo lo que me dice 'Mujer hoy' " que me pregunta por el último Premio Planeta. "¿Tienes 'Riña de gatos'?" y a la tercera, miro fijamente a mujer blanca casada heterosexual y de las que alzan mucho la voz y le digo: "No, no ha llegado todavía, pero tengo amplia experiencia en Pelea de gatas".

Julia se ha comprado un cactus. Creemos en el futuro y nos da igual si el futuro cree en nosotras.

Si tú quieres que veamos 'El angel azul' en pantalla grande, yo voy.
Yo siempre voy.

viernes, 15 de octubre de 2010

campaña de fomento de la lectura

Queridas, Marc (me parece la fórmula más exacta para dirigirme a quienes visitan este blog):

Sí, hay un libro para cada uno de nosotros. Puede que hasta haya un libro para Elsa Pataky, aunque no se ha constatado que sepa leer. Y a veces hay un libro para alguien en quien el escritor, escritora o Espido Freire, no han pensado. Me doy un paseo por la librería mientras un niño se desgañita y una chica de belleza cubista me pregunta por la sección de economía y yo le indico que existir,existe, pero que no me interesa. En el paseo encuentro los siguientes títulos, ideales para el niño interior de todas nosotras y Marc, o para la bollera exterior de todas nosotras y Marc:

-'Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo'. O la historia de amor apócrifa entre Zaida C. y Nerea M.
-'Sus crisis, nuestras soluciones'. Para todas aquellas que se ven inmersas en una relación más complicada que la guerra de los Balcanes.
-'El gran calentamiento'. Biografía de Silvia Rodríguez en algunos afters de Barcelona.
-'Tengo derecho a ser niño'. Ensayo filosófico sobre el concepto trans, queer y los baños de Les Fatales.
-'Una mujer en fuga'. Colección de testimonios de chicas a las que Nerea y Zaida dijeron "Me pareces maravillosa" en una discoteca oscura y no supieron asimilarlo. Prólogo de Sandra Casas.
-'Soñando monstruos: terror y delirio de la modernidad'. Sin comentarios.
-'Lo que hay que tragar'. Novela histórica-histérica sobre los efectos depredadores tras una abstinencia sexual prolongada y probablemente involuntaria.
-'Las suplicantes'. Ensayo profundo sobre las relaciones de las bolleras con sus ex, desde las cartas facsímiles de Safo con su primer rollete hasta las fundadoras del Myloba.
-'La era de las expectativas limitadas'. Poemario sobre el negro panorama que se cierne sobre una bollera soltera inteligente. Ideal para Ainhoa M. y Remedios Cervantes.
-'Después del éxtasis, la colada'. Relato altamente verósimil sobre la vuelta a la realidad tras otro fin de semana absurdo.
-'Dios es mi colega'. No sé para quién puede ser, pero me encanta el título. Quizás para mí, que soy atea a mi pesar.
-'El increible rompemandíbulas supergaláctico'. Biografía no autorizada de Nerea M. y sus relaciones sexuales intolerablemente generosas con el bello sexo y no tan bello.
-'Egosurfing'. Para todas-os-es.

Es viernes. El fin de semana se presenta o se cierne, depende de las expectativas o de la autoestima.
El último vídeo de El Guincho es pajillero y machista pero mola tanto que es preocupante. Estamos perdiendo el Norte y yo me preocupo, porque vivo en el Reino de Navarra  (Zaida vive en el Reino de la Barra, es otro condado).
En fin, buenas tarde y buena suerte, que el amor o una buena combinación en la Primitiva esté con nosotras (y con Marc. Nota:  a partir de aquí, Marc deberá incluirse gustoso en los plurales mayoritarios, sin menoscabo y adoro esta palabra, de su virilidad tan sofisticada). 

jueves, 14 de octubre de 2010

nadie dijo que fuera fácil

He vuelto a tener uno de esos sueños mios que dan risa, pena y miedo.
Las protagonistas, Silvia R. y Eli. Después de un concierto de Camilo Sesto, ellas, intrépidas y cachondas, iban a su habitación de hotel y se lo follaban. Y después me lo contaban y yo no podía entenderlo, pero teníamos un diálogo bastante natural y naturalista sobre la experiencia. Recuerdo este diálogo, que me parece brillante.

Nerea, o sea, yo (todavía no recuperada de la impresión): Joder, Camilo Sesto. Seguro que es un cerdo en la cama.
Eli: Bastante.

En fin. Los sueños de la sinrazón producen monstruos. Ayer llegó una novela nueva que me gustaría regalarle a Marc, por su cumpleaños o porque sí, porque se acerca el invierno y necesitamos las ficciones más que nunca. Es una mezcla de 'Soñadores' y Marguerite Duras, aunque todavía no la he leido. Me encuentro esto: "Por la mañana, con la marea baja, no tuvieron un despertar hipócrita; se miraron. Cécile, triunfante. Oliver duda si no es culpable".
Cada vez que pasaba por la sección de poesía, un libro me hacía confundirme. Se titula 'El azor en el páramo' y yo, siempre, cada día, incluso después de saberlo, leía 'El amor en el páramo' y me pasaba algo por dentro. Todos los días. Hasta que ayer decidí devolverlo. Ted Hughes era un poeta que además estaba bueno, es decir, un gilipollas. Y aunque escribió 'Cartas de cumpleaños' y yo le perdoné un poco el dolor de Sylvia Plath, porque sí la quiso y querer a una loca no es fácil,  porque las locas queremos tanto que lo podemos hacer todo mal por amor y sin saberlo, inconscientes y nerviosas y frágiles hasta la invisibilidad, indestructibles. El caso es que 'El azor en el páramo' es de Ted Hughes y ya no voy a dejar que me haga pensar más en el amor muerto de frío, en alguna parte.
He empezado hablando de sueños y acabo hablando de amor, como siempre.
Hoy me gustaría ir a buscar a Zaida y llevármela al cine y después preparar noodles para las dos y quedarnos hablando del amor y las matématicas y de las fórmulas imposibles. Arroparla antes de dormir.

Tengo la firme intención de seguir.
Sé que vosotras también.
Y sé que sabéis quiénes sois y que no hay nada más que añadir.
Sigamos.

miércoles, 13 de octubre de 2010

bajó a comprar chocolate

Quiero hablar de Nicolas Cage. Cuántas películas hizo en los 90. Por qué no puedo dejar de verlas en la tele. Por qué lloré ayer viendo 'Family man', Maite se reía y a mí se me caían las lágrimas, avisé con antelación de que iba a llorar, lo que no lo hizo menos estúpido y salvaje. La inocencia es salvaje. Por qué me gustan tanto las escenas en los aeropuertos, cuando alguien va a recuperar al amor de su vida.
Nicolas Cage y su alopecia nunca consumada. Nicolas Cage y su mandíbula configurada para la inexpresividad. Nicolas Cage y esas novias de toda la vida que tiene él en las pelis. Las novias que llevan 13 años enamoradas de ti y siempre sonríen a los niños.
Los hombros caídos de Nicolas Cage. La extraña poética de las películas de sobremesa. Las mantas. El amor tapado hasta el cuello. Estoy segura de que si Emily Dickinson hubiera tenido tele, se quedaría viendo Antena 3 los domingos después de comer. Hay un poema en cada pausa publicitaria.
Creo que Nicolas Cage tiene un buen paquete, pero no entiendo demasiado de eso, aunque me fijo, por inercia y antropología. Me fijo en el paquete de Nicolas Cage y en los pelos de su entrecejo. Mi amor arregla el desagüe de mi cocina y yo por eso me casaría. Si alguien se remanga por ti y se enfrenta a un fregadero atascado, no le des más vueltas.
El tipo que dobla a Nicolas Cage tiene retraso mental. Por eso sus personajes parecen siempre limítrofes y tan heroicos. No quiero pensar en qué se ha convertido ahora Nicolas Cage. Prefiero recordarlo en los 90.
Es miércoles y todavía no me he despertado.
Alguien ha vuelto a dejar pelos en mi almohada.
Pienso en mi hermana. Quiero poner el mundo a sus pies. Quiero una alfombra roja desde su casa hasta el futuro. Voy a proponerle ver 'Hechizo de luna' juntas. Nicolas Cage y Cher, supera eso.
El casting del amor lo dirige alguien con muy mala hostia y mucho sentido del humor. Propongo jugar al poker con los curriculums amorosos. Jugar con Julia, con Zaida y con Ainhoa.
Y ahora a trabajar.
Tengo cosas que hacer. Tengo todavía mucho amor que emplear.
Nicolas Cage siempre canta en sus películas.

lunes, 11 de octubre de 2010

wanted lovers

Lunes. La ciudad entera duerme a las 8:56 de la mañana porque es puente y sólo trabajamos los camareros, las libreras y los yonkis. Puedo sentir como el gris de la mañana me arrebata algo. La ciudad después de la lluvia es un panorama triste, como los restos de un chill out. Pedaleo. Pedaleo, luego existo.
Y me siento aquí y tengo todo el afan de soltar esta tristeza, estos días sin luz, nada en la nevera, la última mirada de Jane Fonda antes de morir en 'Danzad, danzad, malditos', a Faulker no le dieron el Nobel y escribió 'Luz de agosto' precisamente para mí y Vargas Llosa tiene la sonrisa más llena de dientes del mundo, veo a Laura M. bailar en el escenario con Stereo Total y me atraviesa algo así como un rayo negro por dentro al pensar que no necesitó contármelo, porque cosas así son para contarlas, cosas absurdas y felices, las noches con Silvia por los bares de Pamplona, entramos en bares vacios y nos encontramos de bruces con ex-amantes y a mi me da por reir, y le digo a Silvia "¿no te parece un sinsentido esta indiferencia con gente que se nos ha corrido en la cara?" y la respuesta de Silvia me parece tan de Groucho Marx que me casaría con ella sin contemplaciones en ese preciso momento, a las 3 de la mañana, "Oye, a mí no se me corrió en la cara" y bebemos orujo que es como agua fluorescente y yo termino en casa de mi novia o exnovia o la tragicomedia de no saber poner nombres a lo que te pasa por dentro, viendo como fuman porros y pensando en Sylvia Plath y en si un microondas servirá, porque no tengo horno y las pizzas las hago en la sartén.

Violeta, sólo tú tienes razón. Que los criminales escriban cartas de amor. Los demás hacemos la compra en el chino de abajo y así no hay romanticismo posible. Bonnie y Clide mataban a los banqueros y hacían el amor. A mi alrededor, hablamos de amor y disparamos a matar, como banqueros.

Y cuando ya me siento tranquila e infeliz, suena 'Someday' de The Strokes en la librería. Y amo esa canción, porque me hace soltar peso, se me relajan los brazos mientras escribo estas líneas y sonrio pensando en chicas que ahora duermen y en que he soñado que me pillaba un coche y nadie me socorría, me iba arrastrando al hospital y terminaba ligando con una enfermera.
Tragedia+tiempo=comedia.
Someday.
"Yeah, it hurts to say, but I want you to stay
Sometimes, sometimes"
"Oh, My-ex says I'm lacking in depth
I will do my best"

jueves, 7 de octubre de 2010

la-di-da

Debería volver a ver 'Annie Hall' cada vez que me siento intensa y decimonónica. Joder, adoro esa peli. Anoche me salvó la vida. Me quedo tranquila sabiendo que los caminos se cruzan y se descruzan y que yo atesoro mis sentimientos y soy todavía capaz de reirme de toda la incapacidad que caracteriza a una persona enamorada, de todos los errores y de todos lo que quedan por cometer. Alvy Singer se despide de Annie Hall y sabe que es maravillosa y que la vida sin ella también y que qué putada y que qué bien.
Marijose se quedó dormida a mi lado, con la boca abierta. Yo también me quedo dormida con la boca abierta y siempre he amado pequeños desastres estéticos como ese. De repente me viene el pensamiento absurdo de que el mundo se divide entre los que se duermen con la boca abierta y los que la cierran. En boca cerrada no entran moscas y tampoco excesivas dudas, ni sueños imposibles. A mí se me cae la baba con facilidad. Marijose a mi lado era la viva imagen de un futuro sin energía nuclear.
No sé lo que digo, tampoco importa.
Y escuchamos, Alba, Marijose y yo a Regina Spektor cantando 'Us' y nos quedamos en silencio, y hablamos de la primera frase de la canción "They made a statue of us" y nos quedamos tristes por un momento y alguien habló enseguida y los violines llenaban la habitación y yo sonreí, porque ya he llorado demasiadas veces. Después escuché la voz de Zaida, en algún punto de Barcelona, y creo que las dos nos dimos cuenta de lo mucho que nos queremos, pase lo que pase o pese lo que pese.

Mañana voy a ver a Vila-Matas.
Mi madre dice que los silencios son importantes.

martes, 5 de octubre de 2010

idiotas y corazones

Antes que nada, gracias queridos anónimos o, por qué engañarnos, anónimas, por animarme a continuar con este blog. La vanidad es una glándula agradecida cuya estimulación puede crear actualizaciones más mediocres todavía pero cargadas de amor y sensación de estar cumpliendo una insigne misión por la humanidad o al menos una ocupación de media tarde absolutamente inofensiva. También hay mujeres que salen a andar y otras que siguen los coleccionables de El País.
El otro día fui a ver a Esther Tusquets y ella dijo "Siempre he jugado a ser una gran señora, o sea, una gran idiota" y yo le lancé una sonrisa atómica desde mi silla. También me siento una gran idiota la mayor parte del día, por aquello de ser hipersensible y reflexionar sobre los actos propios y ajenos, por pensar más de lo debido y sentirme responsable de mis emociones y de las que provoco.
Al  igual que a Louis Malle,a mí, a medida que me hago mayor, me interesan más los sentimientos que las ideas. Es decir, espero que entre los lectores o, por qué engañarnos, lectoras de este blog, haya más poetas que filósofas y más adolescentes emos que jóvenes promesas. El cerebro existe porque detrás, minusvalorado y eternamente en vilo, en primera línea de los conflictos y las primeras citas y el soporte de recuerdos y pérdidas, acribillado y experto en resurrecciones, confrontaciones, arrepentimientos y glorias, está el corazón. Al corazón es al que se le ocurren las cosas. Es el que pone el talento y el cerebro casi siempre la incompetencia. Yo a mi cerebro lo anestesio, como todos o, por qué engañarnos, como todas, con alcohol y lecturas y a mi corazón le saco brillo cada día y le pongo galones, que las hostias ya se las da el mundo y las mujeres.
No sé si las actualizaciones de los blogs se pueden dedicar, en el caso de que sea posible, esta es para Zaida Carmona y Marc Ferrer.