jueves, 14 de octubre de 2010

nadie dijo que fuera fácil

He vuelto a tener uno de esos sueños mios que dan risa, pena y miedo.
Las protagonistas, Silvia R. y Eli. Después de un concierto de Camilo Sesto, ellas, intrépidas y cachondas, iban a su habitación de hotel y se lo follaban. Y después me lo contaban y yo no podía entenderlo, pero teníamos un diálogo bastante natural y naturalista sobre la experiencia. Recuerdo este diálogo, que me parece brillante.

Nerea, o sea, yo (todavía no recuperada de la impresión): Joder, Camilo Sesto. Seguro que es un cerdo en la cama.
Eli: Bastante.

En fin. Los sueños de la sinrazón producen monstruos. Ayer llegó una novela nueva que me gustaría regalarle a Marc, por su cumpleaños o porque sí, porque se acerca el invierno y necesitamos las ficciones más que nunca. Es una mezcla de 'Soñadores' y Marguerite Duras, aunque todavía no la he leido. Me encuentro esto: "Por la mañana, con la marea baja, no tuvieron un despertar hipócrita; se miraron. Cécile, triunfante. Oliver duda si no es culpable".
Cada vez que pasaba por la sección de poesía, un libro me hacía confundirme. Se titula 'El azor en el páramo' y yo, siempre, cada día, incluso después de saberlo, leía 'El amor en el páramo' y me pasaba algo por dentro. Todos los días. Hasta que ayer decidí devolverlo. Ted Hughes era un poeta que además estaba bueno, es decir, un gilipollas. Y aunque escribió 'Cartas de cumpleaños' y yo le perdoné un poco el dolor de Sylvia Plath, porque sí la quiso y querer a una loca no es fácil,  porque las locas queremos tanto que lo podemos hacer todo mal por amor y sin saberlo, inconscientes y nerviosas y frágiles hasta la invisibilidad, indestructibles. El caso es que 'El azor en el páramo' es de Ted Hughes y ya no voy a dejar que me haga pensar más en el amor muerto de frío, en alguna parte.
He empezado hablando de sueños y acabo hablando de amor, como siempre.
Hoy me gustaría ir a buscar a Zaida y llevármela al cine y después preparar noodles para las dos y quedarnos hablando del amor y las matématicas y de las fórmulas imposibles. Arroparla antes de dormir.

Tengo la firme intención de seguir.
Sé que vosotras también.
Y sé que sabéis quiénes sois y que no hay nada más que añadir.
Sigamos.

5 comentarios:

  1. nerea madariaga, cuando quieras*

    ari.

    ResponderEliminar
  2. aaa no has revelado el título del libro! seguro que te has mordido la lengua para no escribir seguido de ficciones también fricciones para este invierno!

    ResponderEliminar
  3. me voy a dormir, quiero que me arropes
    pronto pronto estoy ahí
    un beso enorme
    te quiero, nena

    ResponderEliminar
  4. hablas de "Soñadores" de Bertolucci?.


    dios!, como amo esa película.


    el otro día leí que hablabas de Regina... tengo un CD de bonus track bastante desconocido... si te apetece.

    ResponderEliminar