viernes, 10 de diciembre de 2010

Cuento (que no viene a cuento de nada)

Estuve pensando en la nariz de Monica Vitti. Siempre me han gustado las mujeres de narices ostentosas. Sentía un dolor antiguo e incansable. Tal vez la ciencia algún día sirva para algo, la tarde me parecía entonces insoportable como una pareja de recién casados. Me quedaba poca dignidad y estaba dispuesta a aniquilarla, a pesar de lo que pensaran mi madre y la cultura occidental al respecto. Esas meditaciones me hicieron mancharme la camiseta de chocolate, pero en aquel momento me pareció un acto de justicia poética. Me sentía tan infantil con aquella camiseta, tan bella, tan terca, tan estúpida.
Miré el teléfono con todo el rencor y la locura de mi corazón roto. Lugares comunes: el desamor, la democracia, los beneficios de una dieta equilibrada. Deseaba que alguien invadiera mi cama, pero no tenía ganas de hacer ejercicio. La tristeza me otorgaba un inusitado talento para el pensamiento abstracto y la manicura. Pintaba mis uñas y pensaba en eternas espirales de romanticismo y tragedia.
Hacía dos semanas que no salía de casa. Me había cansado de hablar con las palomas y evitar a los taxistas.
La gente feliz era un atentado contra mi equilibrio y la gente infeliz se ducha poco, ninguna compañía era posible. Me prometí arrojarme desde el puente más vanguardista si volvía a recordar su risa. Su risa, ya perdida, era un puñal.
Decidí ir al cine, dispuesta a enamorarme de la primera que no me hiciera pensar en ella.  
Pero me quedé en casa, pensando en la nariz de Monica Vitti y rezando por un futuro sin recuerdos.

FIN (precipitado, lo sé)

3 comentarios:

  1. Ariadna de Los Punsetes11 de diciembre de 2010, 10:54

    Gloria me ha comentado que está dándole vueltas a tu texto sentada en su sillón heredado. Me parece que está intentando llegar a algún lugar importante. A mí tus palabras me han recordado una canción que compuse yo hace un tiempo, cuando salía de una felación muy larga y dolorosa. Es esta:

    http://www.youtube.com/watch?v=aLrnMmjxUgc

    Tengo la extraña sensación de que algo va a suceder. Tú estás mirando la nariz de Monica Vitti, te pintas las uñas en espiral, hablas con las palomas, piensas en esa risa que te parte el alma. Esto es como la película que Leos Carax olvidó rodar, que en lugar de eso se puso a experimentar con imágenes de archivo.

    Gloria me está gritando desde su sillón de pana, creo que quiere que le lleve las zapatillas. Me martiriza, ¿sabes?

    No pares de escribir.

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  2. de mis favoritos
    desde ahora

    las brujas muy fuertes
    pronto, reportaje.


    muaaaa

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  3. bonita!
    al final me fui sin despedirme ni nada. pero en ocho días vuelvo a estar ahí.
    mira :)

    http://www.art-e-facto.net/julio-cortazar-louis-enormisimo-cronopio/

    (aunque es más bonito en tu edición maravillosa de la vuelta al día)

    para leer escuchando

    http://listen.grooveshark.com/#/search/song?q=chantez%20les%20bas

    (down in louisiana, louis-iana...)

    mua!

    ainara

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