sábado, 4 de diciembre de 2010

yo hubiera o hubiese amado

Estar de puente me desconcierta y no me voy a justificar más. Oscilo entre 'To love somebody' de Nina Simone y un optimismo imbécil, ahora mismo sería capaz de declararme, declarar mi amor en la nieve, nuestros pies crujían hoy en la nieve y me he sentido como salida de un cuento de Chejov, desvalida y preparada para que me rompan el corazón.
To love somebody y la voz de Nina Simone me da ganas de llorar y de casarme sin remordimientos. He escrito el primer capítulo. Tienes razón Nina, no sabemos cómo es, la vida es querer a alguien. Todavía quedará alguna palabra que no le haya dicho a nadie, una palabra virgen e incesante. La palabra perfecta. El abracadabra de mi vida, la euforia de mi cuerpo sin peso, flotando en el invierno de mi descontento y citar a Shakespeare no está de moda, Shakespeare no es tendencia, yo tampoco, tengo sueño a todas horas porque quiero hacer las cosas bien y no sé cómo, sólo tengo una indigestión crónica, una fe crónica en lo sentimientos.
Piensas demasiado me dicen, sientes demasiado me dicen, le das demasiadas vueltas a las cosas me dicen. Yo siempre he sido demasiado algo. A las 6 de la tarde ya es de noche, esto no es el mediterráneo, el Norte es un estado mental. Aquí, cuando el cielo está despejado, nos sentimos dioses. Podría pasarme la vida mirando al sol y entonces el pasado no dolería tanto. Pero mi ciudad es introvertida aunque las señoras te miran a los ojos sin vergüenza. Creo que soy la única que ha llorado en plena calle. Me gusta pasear con mi perra y mirar a la gente de mi ciudad y no sentir ningún desprecio, porque a todos nos da miedo mirarnos al espejo los domingos por la tarde.
No sé qué es la vida, Francisco Casanova probablemente tampoco, ni Godard, ni Zaida Carmona. Tengo demasiada prisa, tengo tanta prisa, me falta siempre tiempo para cometer errores y mirar por la ventana sin querer saltar, perdonándonos a todos tanta incapacidad y tanto miedo.
Es sábado y podría ser cualquier día. Estoy ciega de amor y de las mentiras de la literatura, que me ayudan a sostenerme entera, adolescente y perdida en las palabras como único camino.

Me siento intensa y me parece perfecto.
Hay una luz,
cierta clase de luz.

4 comentarios:

  1. Las mentiras de la literatura nos acercan a los dioses y al alcoholismo. Tus palabras siempre me hacen sentir que ya he estado aquí antes, es como llegar a casa después de haber estado dando vueltas con la bici por la ciudad helada, y al sentir el calor y el olor a ropa limpia dar gracias al hogar por existir y por no abandonarnos nunca. Gracias a ti también por existir, leerme y preguntarte quién soy.
    Piensa que Gloria Fuertes escribía poesía para niños, tenemos que escribir un cuento juntas, saber que es un cuento porque tiene un final feliz y una moraleja demasiado evidente como para ser la definitiva.



    "La poeta se casó con el poeto
    Y en vez de tener un niño
    Tuvieron un soneto."

    ResponderEliminar
  2. "Un adolescente aburrido es, ciertamente, un paisaje muy triste, y aún más sabiendo que hay mujeres que duermen con la boca abierta."

    ResponderEliminar
  3. Creo que os basta con saber lo que no es la vida.

    ResponderEliminar
  4. hablemos de literatura porfavor sí, pero de la que tú y yo sabemos. cuándo será eso?

    ResponderEliminar