lunes, 28 de marzo de 2011

así toda la mañana

Una mujer estéril que se pasaba el día provocando situaciones embarazosas.

J y T, como antorchas, en Madrid. No he dejado de soñar con ellos. Será que me obsesiona la felicidad de Julia.

Era tan pobre,el Banco le había quitado todo, hasta le embargaba la pena.

Ayer pasé un rato sola escuchando 'Heart and crime', el disco más monotonamente precioso de Julie Doiron, que canta siempre como si estuviera a punto de llorar. Me encanta. Y llovia, claro, todas las licencias poéticas encima de la mesa.

Cuando el Gobierno anunció que tomaría medidas, toda la población protestó, salvo las modelos, que se mostraron entusiasmadas.

Soy una escritora que no escribo. Trabajo en una obra maestra, carezco de objetivos.

Todos los publicistas del mundo trabajando duramente. Se va a anunciar el fin del mundo.

'J'ai tué ma mère' es una de las películas más hermosas que he visto en mucho tiempo. Cuando la vimos, tú estabas medio enferma y yo te tocaba la frente de vez en cuando. Me gusta emitir diagnósticos equivocados.

"Feliz como una perdiz". La perdiz depresiva no entendía nada, todo le parecía una broma de mal gusto. Acumulaba prozac en su nido, soñando con cagarse en todos los monumentos conmemorativos.

Mi abuela cumplió ayer 85 años. No le gustan las celebraciones. Le regalé un libro y le escribí una dedicatoria altamente sentimental: "Cumples 85 años y no hay nada en el mundo más bonito que tú". Nos gusta llorar por fórmulas emotivas eficaces, somos tal para cual. Es tan bella, me gusta mirar las manchitas marrones de sus manos.

La foto de mi boda, la quiero en un marco incomparable.





















 

2 comentarios:

  1. Siempre soy la primera por las mañanas. Te leo en silencio, sin música. Rara vez tengo tentaciones de poner tus recomendaciones musicales, pero siempre busco tus recomendaciones literarias.
    Yo también pienso en J y T. Ayer tuve la oportunidad de hablar por teléfono con ellos.
    todo iba bien.

    ResponderEliminar
  2. cambia la hora. nuevas horas, idénticas bolleras.
    la perdiz depresiva me parece de una brillantez exquisita,
    y me pregunto, tú alguna vez has comido perdices en los momentos álgidos de felicidad?
    escucho a Nacho, yo te quiero, aunque te tenga contenta.
    te quiero, nena

    ResponderEliminar