lunes, 21 de marzo de 2011

lo paró todo

Los defectos son apenas básicos y fundamentales. Leo esto en una pequeña fábula de Ambrose Bierce. Y entonces pienso secretamente en las escenas que se desarrollan continuamente ante mis ojos. Escenas de lucha y pérdida del honor. Traiciones y corazones en eternas convalecencias interrumpidas, porque es imposible dejar que el corazón descanse, no hay tiempo. La vida nos exige ponerlo en evidencia y exponerlo. A menos que prefiramos pasar un sábado por la mañana paseando apaciblemente en chándal, como aquellos que veíamos desde la ventanilla del coche el otro día, cuando llegó Zaida a la ciudad y la puso patas arriba, con las bragas por los tobillos. Una ciudad malfollada, rendida ante su tupé.

Me interesa muy poco la esforzada felicidad, ésa hecha a base de confundirla con la ausencia de agujeros. Me interesa poco la felicidad de coleccionable, con el fascículo de hoy un pensamiento sereno y un recuerdo agradable. Me interesa poquísimo la felicidad como una isla paradísiaca, aislada de todo lo demás. 
Silvia hacía sopa ayer en mi casa, las demás cortejábamos a nuestra resaca como podíamos y el sol estallaba fuera. Ya he hablado muchas veces de los domingos y de su tendencia a crear estados de ánimo homicidas. Pero ayer convertimos el domingo en una guardería, en un sanatorio para tuberculosos. Mi casa era como 'La montaña mágica' versión lésbica, los pijamas sucios, hablando de Christina todo el tiempo, como si ella fuera una chica que acabamos de conocer en un bar. A mí me dibujó un corazón en el brazo, a Zaida le lanzó un beso. "Se debe a su público" justifiqué yo ayer la ceremonia de excesos que le regalamos en el backstage.

Yo creo en la naturaleza revolucionaria de la felicidad. Julia dice "quiero felicidad y la quiero ahora" y con soldados así, yo me iría a la guerra, a derrotar al tiempo, al pasado imperfecto y al futuro pluscuamperfecto. 
Queda inaugurada la primavera. Adios, invierno, bailaremos en los conciertos de autor y nos quedaremos inmutables en las discotecas, tengo el poder de llegar desde aquí al corazón de aquellos a quienes quiero, con sólo desearlo, desear estar en un corazón es una manera de abrigarlo, les guste o no. Vuelan mis pensamientos tan desordenados como un baño después de una ducha de Zaida Carmona, que pierde todos los trenes importantes menos el que le lleva directamente al lugar desde el que la queremos por ser quien es, Maite me decía anoche, cuando por fin nos metimos en la cama, "es que sólo se puede quererla" y yo asentí, radiante en la oscuridad, pensando una vez más en la contradicción que más me gusta de la vida:
qué solas estamos, nunca estaremos solas.

Mis ovarios no son responsables de este descontrol.
Son chicas que beben en petaca.

8 comentarios:

  1. lo paró todo para preguntarle de dónde venía. luego silvia dijo que nos preguntó a todas de dónde éramos, porque no sabía qué decir ante tanta hiena borracha.
    yo creo que alegramos el concierto a christina (no me gusta pa la rosenvinge te pongas la minifalda)
    creo que he perdido neuronas, me duele la barriga de vomitar y me he gastado tanto dinero como si hubiera volado a suecia, pero ha sido maravilloso. y punto.
    te quiero. pienso en estos días y sonrío y me tengo que controlar. voy a escribir a artur mas, ahora sí.

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  2. Lo intentó parar todo, porque a las bolleras enamoradas con petaca no las para ni el gorilón de la puerta.
    la primavera 72 horas antes y creo que es contagioso.

    hace mucho que no me reía tanto como ayer.
    Y tu tienes la culpa.

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  3. yo tengo la suerte de poder imaginarme "ese domingo homicida", donde las palabras van y vienen como disparos, rápidas, hechas de mujeres inteligentes con resaca.

    te quiero. Ari.
    sonrío.

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  4. la primavera 72 horas antes
    suena a título, del resto ya me enteraré.

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  5. soy la chica que en cuatro días hace cócteles explosivos con el universo.

    con canela, cócteles explosivos.
    tengo una bolsa de equipaje negra. la misma que llevo a pamplona cada vez que voy a verte.
    la primavera ha llegado.

    primer martes universal en días de primavera.
    thom yorke aparece con su voz enigmática de dentro de mis sábanas.

    de aquí al domingo, por los nervios, me saldrán abdominales.
    seguro que en la rambla de las flores hoy han abierto unas cinco floristerías.

    el raval huele a hierba.
    lo hemos conseguido todo, Nerea.

    la primavera tiene tu nombre
    y yo sigo adorándote una estación tras otra.


    Julia

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  6. Me ha encantado tu post o como quiera que se llame. ¿Me permites una sonrisa?. De las auténticas y afectuosas.
    Feliz primavera

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  7. La mujer con la que nunca consigues hablar en el presente22 de marzo de 2011, 18:19

    Nerea,llego tarde a leerte,perdona porque últimamente no coincidimos. Estoy muy estresada preparando imágenes para verterlas en las retinas de una serie de sujetos de higiene emocional dudosa.
    Lo que tú escribes ya sabes lo mucho que me llena pero los comentarios que te dejan también son increíblemente literarios y posmodernos, esto te lo van a acabar publicando, lo sé porque soy disléxica y sé que lo vales mucho.
    Lo que me has contado esta tarde del concierto y el desconcierto del sábado me ha hecho reír muchísimo.
    No te devolví la llamada porque a partir de nuestra conversación estalló una guerra civil de pareja, de estas que acaban bien y rápido,nada de tres o cuatro años de disputas (o de putas).
    Esto espesa, estoy ovulando.
    Te quiero.
    Desde la hipertensión y la desazón, la euforia y el estrabismo.

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  8. Esto espesa, estoy espesa, alea jacta est.

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